domingo, mayo 14, 2006

Don CLotario a sus 80, un recuerdo para este mes de los trabajadores


"Mis queridos amigos, les he dicho que yo no
tengo ningún mérito y le voy a decir por qué, y
anticipadamente les declaro que yo respeto
todas las religiones y todas las convicciones de
los hombres.

Quiero decirles en este momento en que cumplo 80 años de vida y 60 de lucha, que debo rendir un homenaje a quien imprimió en mi alma esa vocación.

Tengo la obligación de decirlo, con todo respeto, quien ha obrado a través de este miserable
hombre, es Cristo, mi Maestro. Rindo a El este homenaje, porque El ha sido quien más me ha sostenido durante toda la vida en defensa de los
pobres, de los humildes, de los despreciados. Me ha dado fuerzas para estar en la cárcel muchas veces.

He caído preso 25 veces, he estado relegado dos veces y he sido muy golpeado. Todo ello, digo en estos momentos, ¡benditos dolores¡ ¡benditos sufrimientos¡ fueron indicándome
en la vida lo que debía hacer.

Mis queridos amigos, discúlpenme que tenga que decir estas cosas, porque no sería sincero conmigo mismo si estuviera recibiendo homenajes yo como persona. Fuera de toda
modestia, yo no valgo nada. Esa es la verdad.

Aquel maestro es el que ha obrado a través de este pobre hombre. Mis queridos amigos, he luchado 60 años, tengo 80 y esta es mi experiencia. Sigan en esta lucha hacia delante. No desmayen jamás. Porque si hay una felicidad en la vida cuando se va perdiendo, es el recuerdo de lo poco y nada que pudimos hacer. La vida es un relámpago y hay que aprovechar estos momentos para atesorar esto y obtener algún día justicia.

Mis queridos amigos, vuelvo a repetirles que les agradezco profundamente este homenaje tan inmerecido, que sólo nace de lo bondad de sus corazones. Y les diré con toda franqueza que aún sigo trabajando en el Comité de Defensa de los Derechos Humanos por estas mismas reivindicaciones de la clase trabajadora, y en estos instantes tan difíciles para el país, en estos instantes en que todo se ha pisoteado, en que los asesinatos, el soplonaje y la injusticia reinan sin contrapeso.

Sólo podremos vencer esta época tan densa de injusticias y de dolor con la unidad. Soy un incansable predicador de la unidad de la clase trabajadora chilena; porque cuando la clase trabajadora chilena está unida, es invencible. Nadie se atreve en contra de ella.

La justicia y la unidad de la clase trabajadora, sin disparar un balazo ni tener una sola metralleta, vence todas las dificultades. Hay que tener esta convicción compañeros dirigentes, en estos momentos de la clase trabajadora deben tener presente esta experiencia que es valiosísima:

La unidad es invencible Posted by Picasa

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